En algunos casos un cambio de coloración de las uñas puede ser síntoma de una enfermedad complicada, aunque no cause dolor ni molestias.
En ocasiones percibimos cómo las uñas de nuestros pies cambian de color de forma espontánea y, por lo general, cada una de estas tonalidades puede estar asociada a una dolencia o traumatismo. Es lo que se conoce como discromía ungueal o cromoniquia, una anomalía en la coloración de la lámina ungueal o del lecho ungueal.
Encontrarse una pequeña mancha blanca puede tener muchos significados: desde que nos hemos dado un pequeño golpe hasta que tenemos hongos, déficit de alguna proteína o vitamina o incluso una insuficiencia renal. Por eso es importante acudir al especialista y prevenir con tu servicio podológico preventivo. A continuación, te dejamos algunas razones y atribuciones de acuerdo al color.
Uñas de color blanco
La coloración blanquecina opaca de las uñas tiene múltiples causas: infecciones (como lepra o malaria); la toma de medicación (quimioterápicos, corticoides sistémicos, retinoides, ciclosporina); algunas enfermedades dermatológicas (alopecia areata, eccema, liquen plano, psoriasis, lupus); enfermedades sistémicas (cirrosis, insuficiencia renal, insuficiencia cardiaca, hipocalcemia, neumonía); déficits nutricionales, traumatismos, tumores y envenenamientos.
Marrón o negro
La melanoniquia suele presentarse por un aumento en el número de melanocitos o activación de los mismos. Es decir, es un simple cambio en la coloración de la piel que suele ser habitual en las personas de piel oscura, que no suele tener importancia y que, a veces, está relacionado con el uso de ciertos medicamentos. No obstante, los especialistas consultados explican que también puede estar asociado a un melanoma de la matriz ungueal, a enfermedades endocrinas y a infecciones.
Amarillo
La coloración amarillenta es habitual en las uñas de personas mayores con engrosamiento de la lámina. Pero también se relaciona con la ictericia (un síntoma de problemas en el hígado, la vesícula biliar o el páncreas), con un aumento de ingesta de carotenos y con el uso de algunos medicamentos, como hidroxiurea, tetraciclinas y antimaláricos.
Azul
La coloración azulada es más frecuente con la ingesta de algunos medicamentos como la minociclina, algunos antimaláricos y quimioterápicos. Por otra parte, también puede estar provocada por dolencias como la enfermedad de Wilson y por algunos tumores como el glómico.
Rojo
La eritroniquia puede afectar toda la lámina o presentarse en forma de líneas, y puede deberse a enfermedades dermatológicas, como la psoriasis o la enfermedad de Darier, o a una intoxicación por monóxido de carbono. También a dolencias sistémicas, como el lupus eritematoso, a problemas endocrinos, cardiovasculares, neurológicos, gastrointestinales y enfermedades infecciosas. Por otra parte, es un signo importante a la hora de detectar algunos tumores cutáneos.
Verde
El color verde es debido habitualmente a una infección por hongos o por Pseudomonas aeruginosa y necesita de tratamiento médico en cualquier caso. Este tipo de contaminación suele ser más habitual en las uñas de los pies porque se lavan menos, crecen más despacio y tienen a su alrededor una mayor humedad.
Morado
Normalmente generado por un traumatismo, un golpe fuerte, o un microtraumatismo provocado por el golpeteo continuo durante horas del dedo contra el calzado, algo que suele desembocar en el desprendimiento de la uña.
En este caso también es importante acudir al especialista, a ser posible en las primeras 24 horas, porque con un correcto abordaje se puede conseguir mudar la uña afectada sin que ésta se desprenda. De esta manera, se evita que esa nueva pieza que va saliendo crezca de manera irregular y se clave en el dedo, provocando otras complicaciones.
Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!